Es posible que a la hora de instalar o cambiar tu caldera, te surjan dudas sobre qué modelo elegir, cual es el más eficiente, cuánto consumirá o qué tipo se adapta mejor a tus necesidades.
En este artículo encontrarás las respuestas a esas preguntas, conocerás las principales calderas disponibles en el mercado y descubrirás qué factores debes considerar antes de comprar, así como por qué la financiación puede ser una herramienta clave para facilitar la inversión.
Cómo funciona una caldera
Aunque existen diferentes modelos, todas las calderas siguen el mismo principio básico: generar calor mediante la combustión o conversión energética y transferirlo al agua, que posteriormente se utiliza para la calefacción y el Agua Caliente Sanitaria (ACS).
El funcionamiento se basa en varios componentes esenciales:
- Quemador: Encargado de quemar el combustible y producir calor.
- Cámara de combustión: El espacio donde se produce y concentra ese calor.
- Intercambiador de calor: Transfiere la energía generada al agua.
- Circuito de humos: Conduce los gases hacia el exterior.
- Circuito de agua: Por donde circula el agua fría que se calienta.
- Válvulas de seguridad: Protegen ante sobrepresiones o fallos.
- Controlador o termostato: Regula la temperatura y optimiza el uso del sistema.
El calor llega al agua mediante tres mecanismos clave:
- Conducción: El contacto directo entre la llama y el cuerpo de la caldera.
- Radiación: El calor que emiten las paredes del hogar de combustión.
- Convección: Los humos calientes calientan las partes metálicas internas bañadas por el agua.
Con todo ello, la caldera consigue elevar la temperatura del agua por encima de la ambiental para proporcionar confort térmico en toda la vivienda.
Tipos de calderas
Una vez que ya sabes cómo funcionan, vamos a indagar en los principales tipos de calderas disponibles hoy en día. Esta clasificación te ayudará a elegir la que mejor se adapte a tus necesidades y al contexto energético actual.
Calderas de gas (natural, butano o propano)
Son las más comunes gracias a su relación calidad-precio y su capacidad para ofrecer calefacción estable. Las de cámara estanca son las más seguras, ya que toman el aire del exterior y expulsan los gases sin afectar al aire interior.
Entre sus ventajas destaca su eficiencia, son económicas y compatibles con gran parte de las viviendas. Además, están disponibles en versión mural (compactas).
Calderas eléctricas
Funcionan con electricidad, sin combustión. Son limpias, silenciosas y no requieren salida de humos.
Entre sus ventajas destaca su sencilla instalación, el tamaño compacto y que tienen un rendimiento cercano al 95%.
Calderas de biomasa
Utilizan combustibles orgánicos como pellets, huesos de aceituna o madera. Son una opción sostenible y cuentan con combustibles más económicos.
Entre las principales ventajas está que proviene de una fuente renovable y más ecológica, tienen un alto rendimiento y un menor coste del combustible.
Calderas de condensación
Consideradas las más eficientes del mercado. Recuperan el calor del vapor de agua presente en los humos de combustión, logrando un rendimiento superior al 90%.
Estas calderas consumen menos energía, son más silenciosas y son menos contaminantes, se puede ahorrar hasta un 15% respecto a modelos convencionales.
Calderas híbridas o bombas de calor
No son calderas en el sentido clásico, pero sí alternativas térmicas de altísima eficiencia, especialmente potenciadas por la normativa 2025.
Este tipo de calderas son muy eficientes, ideales para viviendas modernas. Forman parte de las calderas elegibles para subvenciones.
Aspectos para considerar a la hora de elegir una caldera
Tras conocer los principales tipos de calderas, vamos a ver qué debes tener en cuenta antes de tomar una decisión:
- Comodidad y diseño: es convenientes evaluar su tamaño (mural o de pie), el nivel de ruido y la integración con el espacio disponible.
- Servicio y mantenimiento: contar con las certificaciones obligatorias, revisiones periódicas según RITE y un acceso a servicio técnico fiable.
- Aspectos técnicos: tener en cuenta la potencia necesaria según metros cuadrados, el tipo de combustible disponible en tu zona, la clase energética, sistema de ACS, compatibilidad con termostatos inteligentes.
- Factor económico: como el precio inicial, los costes de instalación y contar con la opción de financiar tu compra.
- Asesoramiento profesional: es fundamental contar con una empresa instaladora certificada, especialmente si se manipula gas. Tras la instalación, deben entregar el certificado oficial correspondiente.
El contexto de 2025: normativa y eficiencia energética
A partir del 1 de enero de 2025, la Unión Europea ha dejado de ofrecer ayudas públicas para la instalación de calderas de combustibles fósiles. Esta medida busca acelerar la transición hacia tecnologías limpias antes de 2040.
Por ello, muchas personas están apostando por:
- Calderas de biomasa.
- Calderas de condensación de alta eficiencia.
- Bombas de calor.
Si tu caldera tienemás de 10-15 años, presenta fugas, ruidos o baja eficiencia, es el momento ideal para plantear su sustitución.
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